News
Meet Deacon Steve Swope, Member of the Permanent Diaconate, Funded by Archbishop’s Appeal
Deacon Steve Swope shared this message about his service with the Permanent Diaconate, which is partially funded by the Archbishop’s Annual Appeal:
I was raised as a Methodist and converted to Catholicism. For 32 years, I was a parishioner at St. George, serving as a deacon until I transferred to St. Mary Magdalene. At St. George, I chaired the finance council, led stewardship, and taught adult faith formation. Monsignor Leo Herbert encouraged me to consider the diaconate, recognizing my service orientation. My father-in-law, Deacon Ben Gross, helped me understand the diaconate’s significance. As my prayer life deepened, I felt a stronger pull toward service in Word, liturgy, and charity. My family supported my journey. Part of every Catholic’s responsibility is to work against society’s culture of “Me” and adopt the Christ-like culture of “We and Thee.” By supporting local charities, parishes, and the archdiocese with prayers and financial resources we act as Christ did, putting others’ needs first and in doing so are responding to the Universal Call to Holiness.
We are grateful for the work Deacon Steve Swope has done to advance the mission of the church through the Permanent Diaconate. To help support this program, please donate to the Archbishop’s Annual Appeal.
En español:
Conozca al Diácono Steve Swope, Diaconado Permanente
“La Campaña Anual del Arzobispo es vital ya que financia la formación del diaconado, garantizando que todos los hombres puedan servir sin barreras financieras.” – El diácono Steve Swope
El diácono Steve Swope compartió este mensaje sobre su servicio con el Diaconado Permanente, que está parcialmente financiado por la Campaña Anual del Arzobispo:
Fui criado como metodista y me convertí al catolicismo. Durante 32 años, fui feligrés en St. George y allí serví como diácono hasta que me transfirieron a St. Mary Magdalene. En St. George, presidí el consejo de finanzas, dirigí el ministerio de corresponsabilidad e impartí clases de formación en la fe para adultos. Monseñor Leo Herbert me animó a considerar el diaconado, reconociendo mi disposición para servir. Mi suegro, el Diácono Ben Gross, me ayudó a comprender la importancia de esta vocación. A medida que mi vida de oración se fue profundizando, me sentí más fuertemente atraído por el servicio a través de la Palabra, la liturgia y la caridad. Mi familia apoyó mi camino.
Parte de la responsabilidad de cada católico es trabajar para combatir la cultura de la sociedad del “yo” y adoptar la cultura cristiana del “nosotros”. Al apoyar con oraciones y recursos financieros a las organizaciones benéficas locales, a las parroquias y a la arquidiócesis, actuamos como lo hizo Cristo, poniendo las necesidades de los demás por encima de las nuestras y, al hacerlo, estamos respondiendo al llamado universal a la santidad.
Estamos agradecidos por el trabajo que ha realizado el diácono Steve Swope para promover la misión de la iglesia a través del diaconado permanente. Para ayudar a apoyar este programa, realice una donación a la Campaña Anual del Arzobispo.